¿Qué son las muelas del juicio y cuándo es necesario extraerlas?

Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares o cordales, son las últimas piezas dentales en aparecer en la dentadura humana. Generalmente emergen entre los 17 y los 25 años, una etapa de la vida que tradicionalmente se asocia con la madurez, de ahí su nombre.

¿Dónde se encuentran y cuál es su función?

Estas muelas se ubican en el fondo de la boca, una en cada cuadrante (superior e inferior, izquierda y derecha), lo que suma un total de cuatro en la mayoría de los adultos. A pesar de ser parte de la dentición completa, su función actual es casi inexistente. En épocas pasadas, cuando la dieta humana requería una masticación más intensa, estas piezas ayudaban a triturar alimentos duros. Sin embargo, la evolución de la dieta y la reducción del tamaño de la mandíbula han hecho que su presencia sea, en muchos casos, problemática.

¿Por qué algunas personas no tienen muelas del juicio?

No todas las personas desarrollan estas muelas. La ausencia de muelas del juicio (agenesia) puede deberse a diversos factores:

  • Evolución humana: Al haber perdido su utilidad, cada vez más personas nacen sin ellas.
  • Genética: Si uno o ambos padres no tienen muelas del juicio, es probable que los hijos tampoco las desarrollen.
  • Falta de espacio en la mandíbula: Aunque se formen, muchas veces no erupcionan por falta de espacio o por estar mal posicionadas.
  • Factores médicos o traumáticos: Enfermedades o lesiones durante la infancia pueden afectar su desarrollo, que comienza alrededor de los 8 años.

Actualmente, se estima que alrededor del 10% de la población no desarrolla ninguna muela del juicio, y hasta un 25% puede carecer de al menos una. Se prevé que este porcentaje aumente con el tiempo debido a la evolución anatómica y funcional del ser humano.

¿Cuándo es necesario extraerlas?

Las muelas del juicio no siempre necesitan ser extraídas. Si están sanas, bien alineadas y no generan molestias, pueden permanecer sin problemas. Sin embargo, en muchos casos causan complicaciones como:

  • Dolor o presión en la mandíbula.
  • Infecciones recurrentes (como la pericoronaritis).
  • Apiñamiento dental o desplazamiento de otras piezas.
  • Quistes o daño a los dientes vecinos.
  • Problemas de higiene que aumentan el riesgo de caries o enfermedades periodontales.

Ventajas de una extracción temprana

Extraer las muelas del juicio en edades tempranas —especialmente entre los 15 y 22 años— puede facilitar el procedimiento y reducir riesgos. Las principales ventajas de una intervención precoz incluyen:

  • Raíces menos desarrolladas: lo que hace que la cirugía sea más sencilla y menos invasiva.
  • Recuperación más rápida: los pacientes jóvenes se recuperan antes y con menos molestias.
  • Prevención de problemas futuros: como infecciones, apiñamiento o caries en zonas difíciles de limpiar.
  • Menor riesgo de complicaciones: como quistes o daño en las raíces de dientes adyacentes.
  • Mejor higiene bucal: al eliminar una fuente potencial de problemas en la parte posterior de la boca.

A pesar de estas ventajas, la extracción no siempre es necesaria. La decisión debe basarse en una evaluación clínica y radiográfica individualizada por parte de un odontólogo.

Conclusión

Las muelas del juicio representan un vestigio evolutivo que, en muchos casos, ya no cumple una función útil en la boca humana moderna. Si bien algunas personas nunca llegan a desarrollarlas, otras pueden sufrir molestias o complicaciones que requieren su extracción. La clave está en la prevención y el diagnóstico temprano, evaluando cada caso con un profesional de confianza para tomar la mejor decisión para la salud bucodental.