
¿Mal aliento? Igual tienes tonsilolitos
Los tonsilolitos, conocidos también como cálculos amigdalinos o piedras en las amígdalas, son pequeñas acumulaciones endurecidas que se forman en las criptas presentes en las amígdalas palatinas. Esas amígdalas, que están ubicadas a cada lado de la garganta, pertenecen al sistema inmunológico y cumplen una función clave al protegernos frente a infecciones.
Formación y composición
La creación de los tonsilolitos ocurre cuando restos como bacterias, partículas de alimentos y células muertas se depositan en las cavidades y hendiduras de las amígdalas. Conforme pasa el tiempo, estos depósitos se solidifican y calcifican, formando grumos endurecidos. Su tamaño puede oscilar desde apenas algunos milímetros hasta varios centímetros, presentando una consistencia que varía entre blanda y dura.
Causas
La formación de los tonsilolitos puede relacionarse con diversos factores:
- Anatomía de las amígdalas: Debido a que presentan pliegues o pequeñas cavidades, las amígdalas pueden retener residuos que propicien la aparición de tonsilolitos.
- Mala higiene bucal: Una higiene dental deficiente puede causar una acumulación más abundante de bacterias y restos alimenticios en la garganta.
- Sequedad bucal crónica: Una baja producción de saliva promueve el crecimiento bacteriano y facilita la formación de piedras amigdalinas.
- Infecciones frecuentes de garganta: Una inflamación habitual de las amígdalas favorece una mayor retención de residuos y, por ende, la formación de estas estructuras calcificadas.
- Dieta: Consumir alimentos dulces o pegajosos puede dejar partículas atrapadas en las amígdalas, favoreciendo su acumulación.
Síntomas
Aunque es común que muchas personas no tengan síntomas, en ocasiones los tonsilolitos podrían causar molestias como:
- Mal aliento (halitosis): Es de los síntomas más frecuentes debido a las bacterias atrapadas que generan compuestos azufrados.
- Dolor de garganta: La presencia de los cálculos puede ocasionar irritación en las amígdalas e incomodidad al tragar.
- Dificultad para tragar: Si hay cálculos especialmente grandes o numerosos, es posible que dificulten el proceso normal de la deglución.
- Sensación de objeto extraño: Algunas personas señalan la sensación incómoda de tener algo alojado en la garganta.
- Inflamación en las amígdalas y dolor en el oído: Eventualmente las piedras amigdalinas pueden estar relacionadas con dolor en el oído e inflamación amigdalar.
Diagnóstico
Para diagnosticar los tonsilolitos es necesaria la observación directa mediante un control visual de las amígdalas, usando instrumental adecuado en la exploración de la cavidad bucal. En casos difíciles o donde se sospeche cálculos más profundos o grandes, podrían requerirse técnicas de imagen sofisticadas, como radiografías o tomografías computarizadas.
Tratamiento
El tratamiento aplicado a los tonsilolitos dependerá del tamaño de las piedras, la cantidad que existan y la gravedad de los síntomas presentados. Comúnmente, no existe necesidad de tratamiento adicional, dado que pueden desprenderse naturalmente o expulsarse al toser o estornudar.
Medidas conservadoras
- Higiene oral: Cepillar bien los dientes y hacer uso de colutorios antibacterianos contribuye a prevenir la formación de tonsilolitos, ya que reducen las bacterias acumuladas y restos alimenticios en la cavidad oral.
- Irrigación de amígdalas: Hacer enjuagues con soluciones de agua salada puede eliminar residuos atrapados en las criptas amigdalares.
- Mantenerse bien hidratado: Una adecuada hidratación evita la sequedad bucal, disminuyendo así el riesgo de proliferación bacteriana.