
Almidon provoca caries
Perspectiva de la autora principal
Angela Poole, profesora asistente de nutrición molecular y autora principal del estudio, señaló: «Es común escuchar que el cepillado dental es crucial tras consumir azúcar. Lo que este estudio sugiere es que, dependiendo de cuántas copias de AMY1 tenga una persona, también es fundamental limpiar los dientes después de ingerir almidones fácilmente digeribles.»
Función del gen AMY1
El gen AMY1 codifica la producción de amilasa salival, una enzima encargada de descomponer el almidón en la boca. Estudios previos ya habían relacionado este gen con la formación de caries y enfermedades periodontales. Investigaciones dirigidas por Poole han encontrado que una mayor cantidad de copias de AMY1 se asocia con un incremento en la población de Porphyromonas endodontalis, una bacteria vinculada con la periodontitis y problemas en las encías.
Relación entre enzimas y bacterias
Aunque se sabía que la amilasa salival descompone el almidón, no estaba claro cómo esto afecta al microbioma oral y al riesgo de caries. «Nos preguntamos qué sucede cuando una persona consume almidón y si la respuesta varía según la cantidad de copias del gen AMY1,» explicó Poole. «Descubrimos que el impacto en la flora bucal depende directamente de este factor genético.»
Evolución y adaptación del microbioma
El estudio también sugiere que el microbioma oral ha evolucionado en respuesta a la variación en el número de copias de AMY1, un fenómeno más pronunciado en poblaciones con una larga tradición agrícola y un consumo elevado de almidón. En muestras tomadas en Ithaca, Nueva York, se observaron entre dos y veinte copias de este gen en los participantes.
Relación entre alimentación y genética
Poole añadió: «Las poblaciones con una dieta históricamente rica en almidón tienden a tener más copias de AMY1, lo que representa una ventaja evolutiva al facilitar la digestión de estos alimentos en tiempos de escasez.»
Conclusiones del estudio
Las muestras de saliva de personas con una cantidad elevada de copias de AMY1 mostraron mayores concentraciones de bacterias que se alimentan de los azúcares derivados del almidón, como ciertas cepas del género Streptococcus.
«Si una persona tiene muchas copias de este gen, su capacidad para descomponer almidones es mayor, lo que genera un entorno favorable para ciertas bacterias en su boca,» afirmó Poole. «Es fascinante observar cómo nuestro cuerpo y el microbioma oral se adaptan mutuamente.»
Implicaciones en la salud bucal
Este estudio proporciona información valiosa para las noticias odontológicas actuales, resaltando la importancia de considerar factores genéticos en la prevención de caries. Incorporar estos hallazgos en las noticias odontológicas permitirá a los profesionales de la salud ofrecer recomendaciones más personalizadas para el cuidado dental.